Por Álvaro Pérez
Gran jornada la vivida en Málaga el pasado mes de enero, durante la celebración del día del MJS (Movimiento Juvenil Salesiano).
Qué preciosa jornada la del pasado 27 de enero donde celebrábamos en Málaga el regalo de Dios en Don Bosco. Podía palparse la ilusión, la alegría y el ambiente tan bonito, un ambiente 100% salesiano, que en nuestro patio se creó; bueno, en nuestro patio y en el campo de deportes de Segalerva, ¡ya que el patio de San Bartolomé se nos quedó pequeño!
Y es que se nos quedan pequeños los espacios pero no el corazón. Nuestro corazón, que late en salesiano, no puede sino imitar al de San Juan Bosco, un corazón en el que caben todos los chicos y chicas, especialmente los que menos amados se sienten. A esos, precisamente, los queremos más.
La jornada, que llamamos desde hace ya 12 ediciones “Día del MJS” (Movimiento Juvenil Salesiano) congregó a más de 200 chicos y el grupo era, cuando menos, heterogéneo. Por un lado estaban los chicos de nuestro barrio de Capuchinos y de la Parroquia de la Divina Pastora; por otro lado, nos acompañaban los chicos y chicas que a través de la Fundación Proyecto Don Bosco también forman parte de la Obra Salesiana en Málaga y que comprende diversas zonas de la ciudad: Cuevas del Palo, Barriada de la Trinidad y zona del “CAU” (antigua Calle Cauce, hoy Juan del Encina). De este grupo resaltar a los chicos del piso de acogida de mayoría de edad, chicos que por diversas circunstancias podrían estar durmiendo en la calle, que sólo buscan una oportunidad y que Don Bosco, a través del piso “Francisco Míguez” del proyecto Buzzeti, logra con cariño, tesón y eficacia.
También nos acompañaron un grupo de chicos del Centro de Menores “Dulce Nombre de María” donde cumplen medidas judiciales y que este día, como Don Bosco hiciera con los chicos de las cárceles de Turín, tuvieron una jornada de festejo y de recordar que la vida es bonita y que deben tener esperanza por un mañana mejor, mañana que para ellos también está abierto.
También nos acompañaron en este día las hermanas Salesianas de Marbella, con un grupo de chicos y chicas super entusiastas, y que agradecemos enormemente su esfuerzo por festejar con nosotros. Es maravilloso que podamos estrechar lazos con la obra de Madre Mazarello y del propio Don Bosco.
Y a estos grupos le dieron la bienvenida nuestros chicos y chicas, nuestro equipo de catequistas a los fogones y nuestro gran equipo animador del Centro Juvenil “Francisco Míguez”, una pequeña familia que vive ilusionada y que trabaja día tras día convencida de que la felicidad está en compartir lo mejor que tenemos.
En las imágenes puede verse, y creo que no exageramos, que un trocito del paraíso puede construirse aquí cuando las mejores intenciones y todo nuestro amor se unen. Esa fue la jornada del 27 de enero y todo gracias a Don Bosco, un soñador, un hombre de Dios que entregó su vida por entero a los jóvenes mostrándonos la senda de la dicha salesiana. Gracias Don Bosco, este día en tu honor resultó ser más un regalo tuyo a nosotros que de nosotros a ti.
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