Artículo escrito por Don José Diego Farré Portales, profesor del Colegio Salesiano San Bartolomé de Málaga, y publicado en Diario SUR.

En mi colegio hay una pared. Y en esa pared hay un mapa. Ya sé que dicho así suena a tontería, pues ¿en qué colegio no hay una pared y un mapa?. Pero es que este mapa, que en realidad es un planisferio, es muy especial. Este mapa muestra, a doscientos cuatro años de su nacimiento, la obra de un revolucionario. La obra de un señor bajito y vestido siempre de negro que rodeado de un grupo de chavales de origen, como él mismo, muy humilde, se propusieron, y lo consiguieron, poner patas arriba el sistema represivo entonces en boga en la inmensa mayoría de los centros educativos.

 Hoy un busto de ese señor bajito se encuentra en el patio de mi colegio. Cada vez que estoy en el patio y miro el citado busto y veo, tras él, el enorme planisferio instalado en la no menos enorme pared del patio de mi colegio no dejo de sorprenderme y de admirarme.

 El mapa, que ya hemos dicho que es un planisferio, representa la amplísima presencia salesiana en el mundo: 136 países en los que 16.000 salesianos de vida consagrada y miles y miles de salesianos cooperadores de todo tipo realizan su benéfica labor. Por la noche este planisferio, que se ha inaugurado este año, con motivo del 125 aniversario de la presencia salesiana en Málaga, se ilumina mostrando un puntito luminoso en cada país donde están presentes los hijos de Don Bosco. La visión por la noche es fascinante mente bella.

 Merece la pena verlo. Pueden, queridos lectores, visitarnos cuando quieran, fuera del horario lectivo, y comprobar lo que les estoy diciendo. Nuestro patio es un patio de puertas abiertas en el que siempre hay actividades deportivas o lúdicas. Su presencia será bienvenida. Y si además quieren adquirir un ejemplar del magnífico libro, plagado de fotos y hermosos textos,  que hemos editado sobre los 125 años de presencia salesiana en Málaga, pues mejor que mejor.    

 No puede uno por menos que asombrarse de la constancia y vitalidad de estos locos llamados salesianos y de la  inmensidad de la obra de este señor bajito vestido de negro que no es otro que San Juan Bosco, Don Bosco para nosotros.

 Nacido en el Piamonte italiano en 1.815, de origen campesino muy humilde, logra ser sacerdote trabajando para poder pagar sus estudios. Ya ordenado abre los ojos de la conciencia social en Turín y lo que ve en las calles y en las cárceles le deja aterrado y aturdido. Intuye que el sistema educativo falla en algún sitio e intuye también que la solución puede estar por el lado de la afectividad, del cariño y de la bondad. Los italianos lo llaman “amorevolezza”.

 ¿Qué es lo que ve Don Bosco en Turín, que transforma su vida y la de tantas personas? Ve lo siguiente: una sociedad que explota, sobre todo a los niños y a los jóvenes. Capitalismo salvaje puro y duro. La Italia del Norte se está industrializando. Millares de adolescentes huyen del campo para intentar ganarse la vida. Los que encuentran trabajo son explotados sin misericordia, sin garantías, sin contrato….( ¿les suena….?), pero la mayoría , en paro y analfabetos vagan por los arrabales de Turín y muchos acabarán siendo delincuentes…( ¿les sigue sonando…..?. El mundo cambia poco. Añádanle en la realidad mundial de hoy todo lo que puedan imaginar…..).

 El corazón de Don Bosco se conmueve. San Pablo vio la luz camino de Damasco y Juan Bosco sufre su toma de conciencia social en Turín cuando hace una promesa vital: “Prometo a Dios que mi vida será, hasta el último aliento, para mis pobres muchachos”.

 Y lo cumple. Poco a poco  comienza a trabajar y a definir una forma de acción: su “Sistema Preventivo”. Don Bosco no era  un tecnócrata de la educación, tan abundantes por desgracia hoy en día. Su Sistema se va haciendo con el trabajo diario y con varias ideas muy claras desde el principio. Se basa en el amor, en la bondad, en el acompañamiento. Don Bosco ama a sus muchachos, sabe hacer suyos los problemas y las inquietudes de los jóvenes y compartir sus esperanzas y sus alegrías. Ahí estuvo su “secreto”. Adivina pronto los peligros, los grandes problemas de los adolescentes a quienes acoge.

 La UNESCO considera a los Salesianos como “la agencia educativa más grande que existe actualmente”. Son los Salesianos la mayor potencia educadora (no gubernamental) de nuestro planeta. Presentes en 136 países, incluidos algunos musulmanes y algún comunista, como Cuba. Hasta dónde no llegará nuestra influencia que incluso el propio Papa Francisco es antiguo alumno salesiano.

¿Y cómo es posible esto? Pues se lo cuento en un pis-pas. Porque tienen un sistema educativo propio que ha demostrado ampliamente, en el tiempo y en el espacio, que funciona: el Sistema Preventivo, basado en la pedagogía de la bondad. Los Salesianos, créanme, no dan abasto para acudir allí dónde su presencia es requerida.

 Sí, Los hijos y las hijas de Don Bosco están trabajando en muchísimos frentes alrededor de nuestro mundo “colaborando para construir un mundo mejor” como ha reconocido la propia ONU al nombrarlos consultores oficiales especiales. Ahí es nada. ¿Alguien da más?