Celebrando 50 años de entrega

Publicado: 02/05/2018

Comunicación MLG

Por Eva Sánchez

El domingo 29 de abril, en el marco de la Eucaristía en familia, conmemoramos los 50 años de la ordenación sacerdotal de D. Antonio Gil Prieto, director titular de la obra salesiana de Málaga.


Foto: Momento durante la Eucaristía.

Familiar, entrañable, sencillo y muy salesiano, este era el ambiente que se respiraba el pasado domingo en nuestra casa. Niños, jóvenes y adultos, representantes de los distintos grupos de la familia salesiana de Málaga, así como muchas otras personas del entorno, se reunían para celebrar junto a D. Antonio toda una trayectoria de entrega y de servicio.

La Eucaristía, animada como cada domingo por el coro, estuvo llena de detalles preparados con cariño y esmero, que mostraban el agradecimiento que esta comunidad siente hacia este salesiano que, a pesar de que lleva poco más de año y medio entre nosotros, se ha ganado nuestro afecto y cariño.

José Carlos López Barba, nos ofreció acertada semblanza resumida en diez aspectos, aunque reconocía que le costó seleccionar sólo estos: Poeta, disponible, animador, trabajador incansable, sereno, atento, cercano, acompañante, solidario y alegre. Completó la descripción con la lectura del poema “Gente necesaria”, de Hamlet Lima Quintana. De los muchos mensajes recibidos durante estos días, pudimos compartir algunos de ellos: antiguos compañeros, padres de alumnos de centros en los que ha sido director e incluso del Rector Mayor de la congregación, coincidían en su descripción y transmitían su agradecimiento.

Foto: Ordenación sacerdotal, 28 de abril de 1968.

Finalizamos con imágenes que resumían su buen hacer en estos años de servicio, así como los diversos ámbitos en los que ha desarrollado su labor pastoral: como director de varios centros (Cuenca, Burriana, Valencia, Elche, Campello y Málaga), como delegado de la familia salesiana y salesianos cooperadores, fomentando la creatividad a través de los musicales, y formando parte del consejo inspectorial y la delegación de escuelas.

Como no podría ser de otro modo, la música tuvo un papel relevante con los clarinetes y el talento de Marta Serrano y Andrés Ruiz, alumnos de 1º de bachillerato, y la versión musicada de un poema del propio Antonio Gil, a cargo de la cantautora malagueña y antigua alumna Ana García, cuya voz cautivó a los presentes.

Tras concluir la Eucaristía compartimos un sencillo almuerzo en el patio del colegio, en el que hubo ocasión para continuar la animada charla y compartir sonrisas.

Nuestra Casa de Málaga, reza a Dios con agradecimiento y le pide que le siga concediendo a nuestro querido Don Antonio, la salud, la bondad, la disponibilidad, la dulzura y el entrañable corazón del que todos hemos sido testigos. GRACIAS por el regalo de su testimonio.

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