El viernes 29 de abril pudimos vivir un acto de los que marcan… no sólo a los chicos sino también a nosotros como educadores. (Rubén Ponce) El acto de graduación de nuestros alumnos de FPB resultó solemne y familiar a la vez, intenso y lleno de matices, emotivo y vibrante en muchos momentos; Acto lleno de reconocimientos y esperanzas hacia los alumnos por el buen hacer estos dos últimos años en que han completado los requisitos académicos de un plan de estudios que se les proponían y exigían, siempre con el estilo abierto, aplicando el Sistema Preventivo de Don Bosco. “ El viernes 29 de abril pudimos vivir un acto de los que marcan… no sólo a los chicos sino también a nosotros como educadores. Fue una mañana emotiva donde se podían tocar los frutos educativos sembrados, regados y cuidados durante dos años. Las sonrisas de nuestros chicos (sé que no son nuestros pero ya, de una forma u otra, forman parte también de nosotros) decían todo. Estaban radiantes, felices, tímidos y asombrados por el paso que iban a dar. Era un día importante” . (Rubén Ponce, Coordinador de Pastoral) Las familia, madres y padres, han reconocido y agradecido, con palabras elogiosas y con visible emoción, al equipo de profesionales con talante abierto y cercano, con el estilo de Don Bosco y que han disfrutado de la transformación de muchos de sus hijos en el breve período -2 cursos- en que han vivido en esta Casa Salesiana, que han considerado suya. También los alumnos han mostrado agradecimiento por la cercanía, comprensión y esfuerzo de sus maestros-educadores, que con tino han sabido llegar al corazón para que ellos se sintieran en la necesidad agradecida de colaborar cumpliendo también sus obligaciones de estudiantes. Se ha deseado a padres y alumnos lo mejor en esta nueva andadura que van a emprender en la sociedad, animándoles a ser buenos trabajadores y sobre todo buenas personas y recordándoles que el Colegio Salesiano seguirá siendo siempre Casa de puertas abiertas… “Son muchos los sentimientos que se me vienen a la cabeza cuando recuerdo la pasada graduación de FPB del colegio Salesianos de Málaga. Pero, sin duda, me quedaría con estos dos adjetivos que adornan el título: orgullo al ver a estos alumnos que, después de dos años, han persistido y luchado día a día para conseguir un título que les abrirá y cambiará las puertas de su futuro. Al verles tan elegantes y solemnes en la ceremonia únicamente podía pensar en que, la enseñanza, da una de las mayores recompensas de la vida viendo crecer y mejorar a tus alumnos, por lo que les doy las gracias por hacerme ese gran regalo.  Y por supuesto, no podía faltar el amor. Un amor enorme que se traduce en conversaciones, consejos y momentos de acompañamiento que, en la graduación, dejaron escapar alguna lágrima que se intentaba contener al poner la esperada banda salesiana.  Don Bosco decía «eduquemos a los jóvenes para ser buenos cristianos y honrados ciudadanos» y, estoy segura, que con estos alumnos que se acaban de graduar estamos mucho más cerca de conseguirlo. Enhorabuena a todos.” (Sonia Lozano, docente FPB) “Ojalá y que todas esas emociones que vivimos en esa mañana, les marquen y les tatúen de una forma u otra que son chavales válidos, buenos, queridos y que se lo crean para seguir adelante en su formación y en su camino de vida. Aquí, de seguro, tendrán siempre su casa, la de Don Bosco, y a sus educadores y educadoras que los quieren ver volar alto y sin miedos”. (Rubén Ponce, Coordinador de Pastoral)   ANTONIO, Director