Un corazón lleno de nombres

Publicado: 21/06/2019

Antonio Gil, director

Finaliza hoy el curso escolar para los más pequeños. Para los mayores será en unos días. Comparto con vosotros este mensaje, a modo de despedida de este curso tan especial.


He llegado sí, he llegado contigo a un gozoso silencio, no exento de interrogantes, pero de gran riqueza emocional y espiritual y me ha ido equilibrando en mi búsqueda de felicidad… Muchas veces desde el alma poeta que el destino nos otorga he ocupado momentos de largos silencios para escribir los pensamientos que me han ido ayudando a disfrutar, entre mis dudas, mis preguntas y también a apostar por las respuestas que me llegaban desde la fecundidad del silencio. Y ahí estabas tú… 

Y fui encontrando en mi búsqueda espiritual resquicios, motivos, enseñanzas, apoyos con la inquietud constante de sacar lustre al diario vivir de un curso intenso, brillante por momentos, percibiendo tu quehacer, tu generosa entrega…

Y seguro que cuando se cumpla el último día de esos que preceden a un tiempo de solaz y descanso del alma -feliz verano19-, seguramente interiormente arrodillado en mi pequeña habitación o ante los pies de la Madre en su Santuario, quizá con alguna lágrima por la intensidad vivida -125-, silenciosamente, me dirigíré al Dios en quien creo y le gritaré desde el fondo de mi ser: “simplemente ¡gracias!” y desde mi mente saltarán al corazón tu nombre, y el tuyo, el tuyo… y disfrutaré “un corazón lleno de nombres”

Y quedaré en silencio, en ese silencio elocuente del amor, para seguir, mientras a Él le plazca sembrando pequeñas semillas… Y callado, con el corazón dispuesto, seguiré entendiendo perfectamente cuanto Él me susurre y el Soñador Juan Bosco desde allá, pero muy dentro de mí, me siga sugeriendo: “Recuerda… hasta el último aliento”

Y dejaré penetrar las silentes sonoridades de tantos días, contemplano el cielo azul de esta ya mi entrañable ciudad de la costa del sol, percibiendo cómo una serie de imágenes/sensaciones que siguen penetrando en primer plano mi ser con una fuerza y certeza indestructibles.

Acumulando sueños, refrescando ilusiones, compartiendo historias, sentidas, compartidas, vividas, siempre en búsqueda ilusionada, te deseo mucha, mucha felicidad…

Seguimos con melodías
que llevamos muy adentro
siempre susurrando al viento;
dejamos los buenos días.
con nostalgia y alegría,
soñando ya nuevos planes;
bendiga Dios avatares
de vuestra entrega constante,
y que llene cada instante,
de nuevos sueños y afanes

Querida familia (SDB, Cooperadores, Profesores y PAS, AMPA y familias, Catequesis, Jóvenes de Málaga, Antiguos Alumnos,
Hermandad Salesiana, ADESA, Fundación D. Bosco, ONG Solidaridad D. Bosco, Grupo de liturgia y fieles, ADMA), recibid un abrazo agradecido, ante todo a nuestra juventud, a nuestros niños… y a ti ¡feliz verano!…y de nuevo en silencio, oteo un horizonte azul, prometedor: “somos muchos + 1- para que todos sean 1”

Antonio

 

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